domingo, 8 de febrero de 2009

El Efecto Pan Bimbo

Tenemos cara de tontos. Aunque no lo seamos se nos queda cara de tontos.

Me compro un reproductor de mp3 portátil o un móvil. Al cabo de un año su diseño evidencia su obsolescencia (obsolescencia percibida) pero como soy rebelde decido no comprarme uno nuevo pues me resisto al consumo desenfrenado y resisto un año, dos, incluso tres. Al cabo de tres años la batería no responde (obsolescencia planeada) y decido ir a buscar una batería de recambio. Evidentemente estoy loco. Nunca se vendieron baterías de recambio. Es más: la empresa que fabricaba el reproductor desapareció por completo hace dos años. Enfadado salgo de la tienda fashion llena de neones que cambian de color a plena luz del día atravesando una puerta con una pegatina en forma de hoja de abedul que dice "Amamos el medio ambiente". Me acuerdo de las campañas del gobierno para el ahorro de energía, del impuesto especial, de la absoluta responsabilidad del ciudadano: tontos. Me acuerdo del parquímetro y su asombrosa capacidad para rasgar el espacio-tiempo y generar más plazas de aparcamiento en el mismo espacio y tiempo (con el pequeño efecto no planeado de aumentar dramáticamente los ingresos del ayuntamiento): tontos. Por supuesto, el transporte público aumenta año tras año de precio: tontos. Entro en el supermercado: "por su propia seguridad, se ruega enseñen los bolsos a la cajera" (¿cómo?): tontos.

Avanzo hasta la zona del pan bimbo. Cojo un paquete familiar y lo sostengo en la mano sorprendido. El tamaño de su sección ha vuelto a reducirse y ya se aproxima peligrosamente al de una galleta. Su densidad, en cambio, se aproxima peligrosamente a la del aire. Miro a mi alrededor como buscando una explicación y me llama la atención un paquete de la misma marca, cuyas dimensiones se asemejan más a las del pan bimbo. Lo sostengo en la mano: su peso es aceptable. Miro su precio: el doble. Confuso otra vez, vuelvo a mirar el paquete buscando una razón y la encuentro. El pan bimbo normal ha pasado a ser "clásico oro": tonto.

4 comentarios:

nara dijo...

ja,ja,tontos... a Jun no le cubre el seguro las gafas por que cubre rotura y no pérdida, si pierdes el cristal roto, ya no vale!!!
¿quien me dijo que tirara la lente?

Otra de Jun_ el otro día le cobraron 6 euros en la caixa por pedir sus datos fiscales y no hacerlo en su sucursal....en fin como podemos los" tontos"luchar contra esto???

Mr. Sparxx dijo...

juas, ya me contó, ya. Hay que volver y montar un espectáculo... es la única manera de que dejen de tomarnos el pelo (yo me tengo que obligar a ello porque tengo naturaleza de tonto).

Anto dijo...

Como dije en el facebuc pero nadie me hace caso...

Basicamente el problema no es que no existan alternativas, es que las que hay son incomodas. El problema es que aunque sea pan del dia, me voy a una panaderia y compro una baguette o un pan de estos redondos. La mayoria de panaderias ahora trabajan con productos "semicongelados" porque claro, es mas barato y pueden vender la baguette a 70 centimos ... Leer másen lugar que el precio que tendria si el panadero se tuviera que despertar todos los dias a las 4 de la mañana con 2 ayudandes para hacer la masa y cocer el pan de verdad. Esto no se hace porque la baguette constaria 1.10 y mucha gente se iria a la otra panaderia que la vende a 70 centimos. Y vaya negocio... si tienes que cerrar por hacer las cosas bien. El problema son los pequeños gestos diarios, profundizar en las cosas. No ver solo las cosas en plan "hostia, esto cuesta 70 centimos y esto otro 1.10... pues compro el barato, porque 40 centimos multiplicado por x hace que llegue mejor a fin de mes". Esto es como piensan las empresas, nosotros deberiamos empezar a pensar como personas y dar un peso y una medida a todo lo que nos aporta la tierra. Esto del pan solo es un ejemplo, tiene muchos mas campos de aplicacion. Toda la compra de la semana. Toda la ropa. Alternativas hay. Solo hay que buscarlas.

Mr. Sparxx dijo...

Tienes razón, el problema es cuando te aprietan tanto con los horarios de trabajo, los precios de la gasolina, etc. que la alternativa se hace casi inviable. De momento, nosotros no estamos en ese aprieto social... pero no puedo dejar de imaginar a los que no puedan permitirse el lujo de la elección... en fin.