jueves, 24 de abril de 2008

Un hombre en el otero

"El hombre es del tamaño de aquello que ve" dice en O guardador de rebanhos Alberto Caeiro, heterónimo de Fernando Pessoa. Es difícil quitarse esta frase de la cabeza en un mundo que empequeñece al hombre entre edificios que le impiden ver el horizonte, que le impiden ver más allá, entre otras cosas, del beneficio a corto plazo llegando a ocultar, incluso, la realidad más evidente de todas, la que ha llevado al hombre a perdurar siendo, como es, un desvalido: el bien colectivo. Yo desde aquí lanzo un grito por la libertad: una libertad alcanzable desde el otero, desde la amplitud de miras, desde la crítica, desde la elección o la no elección, pero siempre con la voluntad de mirar a las cosas y a las personas con atención y con una humildad que no es humildad, porque deja de serlo desde el momento mismo en que uno se considera igual a todo lo que habita el cosmos.