martes, 10 de noviembre de 2009

Monte Sacro

En tiempos de la República (romana) la plebe, harta de los abusos de los patricios, se retiró en masa al Monte Sacro, amenazando con crear una ciudad propia. Se conoce como Secessio plebis, y ocurrió varias veces. Los patricios fueron cediendo a las pretensiones de la plebe: anulación de deudas, libertades civiles, representación política para la plebe, aceptación del plebiscito como fuente de ley,... y, sobre todo: con estos desplantes, la plebe logró la redacción de las XII Tablas, primera codificación del Derecho romano -porque, hasta entonces, la ley era secreta.

Han pasado veintitantos siglos, y ahora tenemos la presunción de ir diciendo que vivimos en el Estado de Derecho. La sociedad esclavista romana también era un Estado de Derecho, como la URSS, la Alemania nazi, la Francia revolucionaria, la termidoriana y la napoleónica, el Reino visigodo de Toledo, &c.
Hoy en día es impensable repetir la retirada en masa al Monte Sacro: nos vale con las manifestaciones de cante y baile, con las huelgas (que las hay) de servicios mínimos abusivos; nos vale con buscar la trampa a la ley, con chanchullear un poco esperando que no nos pillen.
Vamos, que no se llega a la masa crítica para cambiar la cosa.
Y mientras tanto se siguen haciendo leyes nuevas, manteniendo leyes absurdas: la intención es cubrir todo el espectro de la vida con leyes: la judicialización del mundo.
En Singapur está prohibido mascar chicle. Aquí se regula el número de animales domésticos que se pueden tener en una casa, se prohíbe que los perros vayan en ascensor (1): ¿un policía en cada ascensor? Se prohíbe correr o saltar por la calle, hasta tirar cera durante las procesiones (2). Se prohíbe regar las plantas exteriores durante ciertas horas del día. Leyes contra la mendicidad (3, 4, 5): los mendigos, ¿tienen que pagar multa o son encarcelados? Como estas de la mendicidad, muchas tienen un corte conservador: prohibir el nudismo en las playas; andar por la ciudad o, incluso, por el paseo marítimo, sin camiseta o en biquini,... Otras son esteticistas, como prohibir tender la ropa hacia la calle. Y muchas que ni te imaginabas. Y con la memoria histórica se judicializa el pasado: que si la Guerra Civil y el franquismo, los moriscos, los nativos de las américas,...
Y ni siquiera importan las contradicciones.
El resultado: que el ciudadano ya no sabe lo que es legal o ilegal: por exceso hemos llegado a la misma situación que, por defecto, llevó a la secessio plebis.

Dos principios del Derecho romano: Salus populi suprema lex est (la salud pública, el bien común, es la ley suprema), y suum cuique tribuere (darle a cada uno lo suyo). Los grupos de presión se apropian del primer principio: no puedes andar por la calle sin camiseta porque, básicamente, no queda bonito. He ahí la salus populi. Y el legislativo: como la hormiguita, se hace con unos cuantos votos para dentro de unos años y, a la vez, todos vemos que legisla, que algo hace (hazlo, aunque sea mal, pero que te vean que haces algo). Y del suum quique tribuere: gestores de derechos de imagen y de autor que cobran dos veces por lo mismo esgrimiendo, precisamente, ese principio.

En fin, lejos queda la Revolución francesa, cuando decían que las leyes tenían que ser pocas pero bien hechas. O cuando Saint Just dijo eso de "por supuesto que fue ilegal: todo lo que hicimos fue ilegal: la convocatoria de la Asamblea Constituyente, la toma de la Bastilla,..."

Ahora no nos iremos al Monte Sacro, ni convocaremos una huelga (aunque sea para recordar que la plebe sigue aquí): hay que apechugar -sólo unidos, más allá de la lucha de clases, saldremos de esta crisis. ¿Cómo saldrá cada uno? No se aprovecha la situación para obtener más derechos, ni tan siquiera para mantener los que se han obtenido.
Desde la ley se hace bien poco.