miércoles, 15 de octubre de 2008

Bajo Imperio

Tenemos a uno que no se sabe los países de la OTAN, y a la otra que amenaza con declararle la guerra a Rusia. Los demócratas, después de las primarias, tampoco están para tirar cohetes: vale que Obama es favorito, pero con todo lo que echó Hillary por su boquita podemos imaginar a una parte del partido deseando que Obama se queme y no se presente a la reelección.
En el interior (aparte de todos sus problemas tradicionales de resolución continuamente pospuesta) tenemos la invasión de hispanos, la crisis financiera (que amenaza con dejar a sus principales entidades en manos de capital extranjero), Nueva Orleans inundada cada par de años,... En el exterior, le crecen los enanos: están los chinos, los rusos, los socialistas centroamericanos y los islámicos.
Ya casi hace un siglo que el Imperio no incorpora territorios directamente (el último fue Hawaii en 1941), y ha dejado de lado la política de intervención indirecta (ay, Kissinger). Ahora se dedica a las intervenciones directas, y no muy bien. Y ya que han convertido al mundo en democracias, ahora nos meten su moral: la corrección política.
Que se la queden ellos. Nunca en la historia fue tan fácil escandalizar, y nunca la censura tuvo tanta aceptación. Decían en Sospechosos habituales que el mejor truco que hizo el Diablo fue hacernos creer que no existía: eso mismo se aplica a la censura. En el Imperio romano estaba prohibido burlarse de los emperadores y de los dioses, pero en el teatro parece que no lo sabían. En la Edad Media se burlaban de la moral de los monjes. España no ha dejado de reírse de los Borbones, ni la edad victoriana fue tan puritana como parece. ¿De qué quieres reírte hoy? Podrías ofender a alguien... "everybody hurts" -¡Inaceptable! Se busca la asepsia y es imposible (¿y alguien realmente la querría?).
Quiero pensar que algún resquicio habrá, me pongo malo cada vez que oigo que han retirado algo para no ofender. Los censores de Franco quitaron un burro que meaba en una piscina de una película de Berlanga -pero eran unos pocos, localizados, torpes, burócratas. Ahora el censor está en cualquiera, es la Policía del Pensamiento. Y encima, son semióticos postmodernos: no necesitan criterio, ya lo buscan ellos: hay que recordar el principio de "semiosis infinita" (que no comparto de ninguna manera): que todos los signos se refieren a todos los demás (Platón decía que si todo se relaciona con todo no hay conocimiento, y si nada se relaciona con nada, tampoco). Probad a hacer el ejercicio semiótico: se puede, pero es ficción, un entretenimiento.
¿Se pueden legislar los sentimientos, se debe legislar en base a sentimientos?
Y de regalo, unas fotitos censuradas:

Armani invitaba a la prostitución infantil. Angelina Jolie proyecta "una imagen glamurosa de la violencia y el uso de las armas". La famosísima de Dolce & Gabbana, en la que todos podemos ver a una mujer siendo violada. Y el cartel censurado de la exposición de Cranach en Londres (Cranach, que le prestó sus prensas a Lutero).
Y la más reciente, de ayer mismo:

Una última foto, para todos los ofendidos, SGAE y compañía:
Que os den por culo, por si no lo pilláis.

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